El posicionamiento SEO (Search Engine Optimization) es el orden "orgánico" de los resultados de las búsquedas. Viene determinado por la popularidad de la propia página web, el número de veces que ha sido visitada, los usuarios con los que cuenta, su calidad de contenido... en definitiva, una página web conseguirá puestos más altos (situándose más arriba) en el posicionamiento SEO si está bien elaborada y también promocionada dentro de unos parámetros.
El SEO se forma por los resultados que encontraremos a la izquierda del navegador, sin ningún tipo de "destaque" especial.
El posicionamiento SEM (Search Engine Marketing) hacer referencia a aquellos resultados que se sitúan más arriba o que destacan más por el hecho de que han sido "creados" mediante un pago a los desarrolladores del buscador. En otras palabras, SEM = publicidad. No hace falta mencionar, por tanto, que las empresas que dispongan de un buen posicionamiento SEM tendrán muchas más posibilidades de desarrollo que una de la que no dispone de ella.
El SEM se forma por los resultados que encontraremos tanto a la izquierda como a la derecha del navegador, y destacarán por su fondo más oscuro que el resto (generalmente un color más amarillo o salmón). Algunos buscadores, directamente, ya avisan de qué resultados son "anuncios".
En esta imagen podemos ver un buen ejemplo de SEO y SEM:
Vale, sí, todo esto es muy bonito, pero... ¿qué ocurre si tenemos una página web propia? ¿Qué podemos hacer que esté a nuestra disposición para mejorar nuestro posicionamiento en los motores de búsqueda?
Primeramente, procurar que nuestro contenido sea de calidad (si por ejemplo estamos creando un blog, asegurarnos de qué tipo de información añadimos, qué fuentes hemos usado, cuidar mucho nuestra redacción y enlaces...). Por otro lado, podemos optimizar nuestra página añadiendo, por ejemplo, palabras en negrita (el buscador las encontrará antes).
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